Un guiño a las Municipales

Visto lo visto, estos son los resultados oficiales que, en estas Municipales de 2007, han obtenido los Partidos que se han presentado a las mismas en nuestra Ciudad: Aunque todo es susceptible de ser interpretado, el método para el reparto de escaños –de concejalías…- aplicado en nuestro País es del de la Ley d’Hont, esto es:Este método, que lleva el nombre del político belga Victor D´Hont, es aplicado en Austria, Bélgica, Finlandia, Países Bajos, Suiza, Portugal y también en países de ‘histórica tradición democrática’ como Argentina, Bulgaria, Chile, Colombia -desde 2006-, Croacia, Eslovenia, Guatemala, Irlanda, Israel, Japón, Paraguay, Polonia, República Checa, Turquía o Venezuela…

¿Qué se pretende con este método? Favorecer a los partidos mayoritarios para que obtengan un porcentaje de escaños que supere al de electores que les votaron. Con ello, se facilita la creación de mayorías en los parlamentos, evitándose que estos queden ‘demasiado fraccionados’. A veces se incluye además un umbral de porcentaje de votos por debajo del cuál el partido queda excluido –en nuestro caso, el 5%.

¿Puede repartirse de otra forma? Rotundamente, SÍ. Nueva Zelanda, Noruega, Suecia, Dinamarca, Bosnia Herzegovina, Letonia, Kosovo, y los estados alemanes de Hamburgo y Bremen utilizan el Método Sainte-Lagüe -también conocido como Método de la Media más Alta, Método Webster o Método del Divisor con Redondeo Estándar-. Este sistema distribuye los escaños proporcionalmente en asambleas representativas elegidas mediante el voto a listas de partidos. Lleva el nombre del matemático francés André Sainte-Laguë. Es similar a la ley d'Hondt, pero no favorece tanto a los partidos más votados.

¿Cuál sería el reparto obtenido en nuestra Ciudad si se aplicara dicho método?

Juzguen ustedes cuál es el adecuado. Tan sólo apuntar que la bipolaridad no es buena si no se cumplen las expectativas –que no lo hacen- y votar a un determinado Partido porque ‘la otra opción no convence’ dice muy poco en favor del elector, el cuál ha dejado a un lado ideologías y personalizaciones para, tristemente, dejarse guiar por un bipartidismo mayoritario que sólo puede conducirnos, a todos los que pensamos que SIEMPRE existe otra alternativa, al ostracismo…

¿Acabará el ‘voto joven’ –si es que alguna vez se produce- con toda esta historia?

¿Por qué los Colegios e Institutos no se encargan de reeducarlos en los principios de la Democracia –‘un individuo, un voto’-, haciendo ver a nuestros jóvenes que tan sólo ellos tienen la llave del futuro de nuestros Pueblos?